domingo, 12 de mayo de 2013

TODO LO QUE DESEO

El otro día iba por la calle viendo en los retrovisores de los coches anuncios de venta de pisos. Me iba alarmando cada vez más pues mi piso ha bajado más de un 50% ahora mismo, podría comprarme una casa e hipotecarme en vez de hasta los 58 años hacerlo hasta los 45 (más o menos, no voy a perder el tiempo a hacer un cálculo real). Esto me recordó a algo: cuando iba mirando los precios de los pisos y en vez de escandalizarme lo que bajaban me escandalizaba lo que subían. Y es que todo lo que quiero se acaba volviendo en mi contra. Quería que los pisos bajaran y lo hicieron, pero arruinándome a mí al hacerlo. Bueno a mí y a miles de familias.
            No es que me corriera prisa irme de casa de mi madre, me hipotequé pues estaba obsesionada – ingenua que soy – con haber acabado de pagar la casa cuando me jubilara. Fíjate, había calculado que me podría jubilar alguna vez.
            Y es que todo lo que deseo luego se vuelve en contra mía, mirando atrás con irónica sonrisa. Quiero que bajen los pisos, me pilla, quiero haber acabado de pagar la casa cuando me jubile y se acaban las pensiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario