sábado, 24 de mayo de 2014

CONTANDO ROEDORES.

Mi padre siempre decía cuando iba algo mal en el trabajo, que le iban a poner a contar roedores. Yo no sabía que podía tener que ver su trabajo con la beterinaria o con la exterminación de plagas, así que me quedaba siempre un poco sorprendida. Según pasó el tiempo, yo cada vez tenía más sentido común, pero mi padre seguíA con la misma expresión. Luego la vida me llevó por otros derroteros, y antes de la crisis, tuve la estupenda experiencia de ser trabajadora social, y tener un buen trabajo. Pero, tener que aceptar otros trabajos, descubrí; tras empresas en las que te ponen un contador del tiempo de llamada, en los que las tareas que tienes son imposibles, o donde debido a la carga de trabajo hay cosas que se quedan sistemáticamente sin hacer.... decidí que quería trabajar de "contar roedores" El caso es que no encuentro trabajo de eso, y mira que lo pongo en los criterios clave de las páginas de búsqueda de empleo. Hace tiempo, tuve un contrato de 3 semanas, increíble ¿eh? yo ya no me sorprendo de nada, conozco gente firmando por días. Pues llegamos antes que el trabajo, irónico. No tenemos nada que hacer. Yo, cada día voy más pagada de mí misma, luchando contra el sueño, y relacionándonos. Curiosamente las compañeras se quejan de estar ociosas, y yo las miro pensando: "eso lo dices para quedar bien ¿verdad?" por que yo sin hacer nada estoy divinamente. Incluso tomo menos café para estar más tranquila. Y es que yo podría contar roedores, de hecho voy a quitar de mi C.V. la "tolerancia a la frustración", y voy a poner: "resistencia al aburrimiento" Así, entre conversación con unos y otros se me ha ocurrido una Historia que creo que contaría mejor como dramatización, pero... no cuento con los medios, vamos que la puedo dramatizar, seguro que alguna amiga me hace de actriz ;) pero lo que no tengo es público. Aunque ahora que lo pienso, la sala sería el salón de mi casa. Eso sí que se llena, se llena enseguida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario