jueves, 3 de enero de 2013

Siempre he intentado escribir, ser una de esas escritoras con buena prosa, de pluma impecable. Así que a cada desmán del destino lo recopilaba con sumo gusto y cariño, pensando: “esta faena que me acaban de hacer me sirve de inspiración, me acerca a las musas ¿o los musos?” pero, al mirar en el cajón de la memoria todas las cosas que me han pasado como buscadora de empleo, encuentro que ya, frente a esta cantidad de calamidades no es trágico, se ha vuelto increíble y ha llegado a tal nivel de esperpento que es gracioso.

           (Naturalmente muchas de las cosas que relato no han sucedido y otras están muy, muy exageradas, otras no las hago en función de experiencias reales si no de cosas que oígo por las noticias o veo en los periódicos)
          

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